Por Edilberto Ríos
Esta es la parte más antigua de la capital, aquí se alojan algunos de los tesoros artísticos más preciados no sólo del país sino del mundo ya que, en sus alrededores, se pueden encontrar excelentes ejemplos de arquitectura clásica y novohispana, envueltos de historia, magia y leyenda, que le valieron para ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Poco tiempo había pasado desde aquellos modestos orígenes en el siglo XIV, en un islote al centro de un lago, cuando el colapso total se llevó acabo y el surguimiento de una nueva "era" había de trazarse. Dos siglos de gloria azteca quedaron sepultados y sólo en el siglo XX han salido a la superficie algunos vestigios de aquella ciudad mítica. La conquista trajo consigo un nuevo orden y vida.
Hoy día, el Centro Histórico de la Ciudad de México sigue guardando la grandeza por la que alguna vez fue conocida como "La Ciudad de los Palacios".
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EL CENTRO HISTÓRICO
Esta es la parte más antigua de la capital, aquí se alojan algunos de los tesoros artísticos más preciados no sólo del país sino del mundo ya que, en sus alrededores, se pueden encontrar excelentes ejemplos de arquitectura clásica y novohispana, envueltos de historia, magia y leyenda, que le valieron para ser declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. 
Poco tiempo había pasado desde aquellos modestos orígenes en el siglo XIV, en un islote al centro de un lago, cuando el colapso total se llevó acabo y el surguimiento de una nueva "era" había de trazarse. Dos siglos de gloria azteca quedaron sepultados y sólo en el siglo XX han salido a la superficie algunos vestigios de aquella ciudad mítica. La conquista trajo consigo un nuevo orden y vida.Hoy día, el Centro Histórico de la Ciudad de México sigue guardando la grandeza por la que alguna vez fue conocida como "La Ciudad de los Palacios".
Tiempo después de la conquista los españoles trazaron, sobre los escombros de la ciudad azteca (México Tenochtitlan), una red de calles que seguían la orientación de los antiguos templos y palacios mexicas.
Pero lo construido por los españoles no sobrevivió a las adversas condiciones del antiguo lago. Después de varias inundaciones la ciudad colonial tuvo que ser reconstruida y por ello, ahora, solo existen los edificios levantados en los siglos XVII y XVIII. El caso de la catedral, por ejemplo, tuvo un proceso de construcción muy largo y tardado. El palacio Nacional adquirió su fachada actual en la tercera década del siglo XX, tras aumentar un piso su altura y experimentar grandes cambios. Los dos edificios del gobierno de la ciudad (al sur de la plaza de la constitución) son del siglo XX, aunque uno de ellos conserva elementos coloniales. En general las construcciones que rodean la plaza, con su altura actual hechos de piedra y tezontle rojo, es una idea moderna. Sin embargo, plazas, templos, casonas poseen hermosos patios y fachadas de calidad única.
Al fin del periodo colonial, el estilo clásico dio origen al Palacio de Minería de Manuel Tolsá. Para el siglo XIX se hizo más cosmopolita el rostro de la ciudad de México, abriéndose algunas calles tanto en el centro como en su periferia: el Paseo de la Reforma, por ejemplo. La época Porfirista brindo al paisaje de la ciudad colonial algunos edificios, como el de correos, los palacios de Comunicaciones y de Bellas Artes, la sede del Banco de México y el de Ferrocarriles.
Pero lo construido por los españoles no sobrevivió a las adversas condiciones del antiguo lago. Después de varias inundaciones la ciudad colonial tuvo que ser reconstruida y por ello, ahora, solo existen los edificios levantados en los siglos XVII y XVIII. El caso de la catedral, por ejemplo, tuvo un proceso de construcción muy largo y tardado. El palacio Nacional adquirió su fachada actual en la tercera década del siglo XX, tras aumentar un piso su altura y experimentar grandes cambios. Los dos edificios del gobierno de la ciudad (al sur de la plaza de la constitución) son del siglo XX, aunque uno de ellos conserva elementos coloniales. En general las construcciones que rodean la plaza, con su altura actual hechos de piedra y tezontle rojo, es una idea moderna. Sin embargo, plazas, templos, casonas poseen hermosos patios y fachadas de calidad única.
Al fin del periodo colonial, el estilo clásico dio origen al Palacio de Minería de Manuel Tolsá. Para el siglo XIX se hizo más cosmopolita el rostro de la ciudad de México, abriéndose algunas calles tanto en el centro como en su periferia: el Paseo de la Reforma, por ejemplo. La época Porfirista brindo al paisaje de la ciudad colonial algunos edificios, como el de correos, los palacios de Comunicaciones y de Bellas Artes, la sede del Banco de México y el de Ferrocarriles.
La mejor manera de llegar a la zona centro es el transporte público, el Sistema de Transporte Colectivo Metro integra cuatro estaciones aledañas al zócalo: en pleno centro, las estaciones Allende y Zócalo de la línea 2, Isabel la Católica de la línea 1 y Pino Suárez de las líneas 1 y 2 son buenas opciones para entrar y salir del Centro Histórico; incluso en la periferia, se encuentra la estación Bellas Artes de las líneas 2 y 8 del Metro que puede ser un buen punto de entrada al corazón de la ciudad.
Recorrer sus calles implica caminar bastante para alcanzar todos los puntos de interés, así que, tómelo con calma y descanse mientras bebe y come algo en los restaurantes, bares y cafés que no faltan por el rumbo: las calles de Tacuba, 5 de mayo y Madero son unas de las mejores zonas de la ciudad en cuanto a este tipo de establecimientos, disfrútelos.
Entrar al Centro Histórico de la ciudad de México es verse absorbido por centenares de casonas, templos, museos, calles, y plazoletas cargadas de vida, leyenda, historia y arte.
Recorrer sus calles implica caminar bastante para alcanzar todos los puntos de interés, así que, tómelo con calma y descanse mientras bebe y come algo en los restaurantes, bares y cafés que no faltan por el rumbo: las calles de Tacuba, 5 de mayo y Madero son unas de las mejores zonas de la ciudad en cuanto a este tipo de establecimientos, disfrútelos.
Entrar al Centro Histórico de la ciudad de México es verse absorbido por centenares de casonas, templos, museos, calles, y plazoletas cargadas de vida, leyenda, historia y arte.
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Fotografías y texto por Edi Ríos
Derechos Reservados. México 2007 ®
